Estás a un episodio de lograr un gran orgasmo
Escucha nuestro podcast y eleva el nivel de sensaciones:
Jueves de TBT
Solía dejar mi teléfono tirado siempre por cualquier parte dentro de mi cuarto, en especial esos últimos días de la semana, me daba mucha pereza contestar o responder mensajes, sentía que me agotaba y que no había nadie interesante allí con quien hablar.
¿Eran las 7 de la noche y mi teléfono estaba sonando? mmmm era muy raro que eso pasara así que lo tome para ver quién era, me preguntaba si eran mis padres o alguno de mis hermanos o amigos necesitándome.
Entré a mi chat de WHATSAPP y no lo podía creer, era Emiliano, un chico que había conocido hacía ya más de un año y que no tenía ni idea de su existencia hasta ahora.
Recuerdo que coincidí con él en una tienda erótica en la ciudad de Bogotá; yo estaba buscando un antifaz de seda erótico para una fiesta muy particular que tenía ese mismo día, y buscando en Google me apareció Bali Sex Store, una tienda que se ajustaba a lo que yo estaba necesitaba.
Decidí ir hasta su tienda física y buscar lo que tenía en mente, y justo cuando abrí la puerta estaba ese hermoso hombre de espaldas, al principio me dio un poco de pena el hecho de preguntar por lo que buscaba estando él allí, pero luego comenzó a bromear y hablar conmigo, y al final terminamos intercambiando nombres y números telefónicos.
Hablamos solo un par de veces, pero luego ambos desaparecimos, siempre nos habíamos gustado, incluso la primera vez que nos vimos me di cuenta de que teníamos una química perfecta pero no se… ese día me dio algo de vergüenza aceptar que me lo quería comer.
¡Hola hermosa! ¿Te gustaría pasar por algo ahora?
Definitivamente era un mensaje que me interesaba responder así que antes de contestarle, ya estaba planeando que colocarme.
Claro que sí, ¿me recoges?
Sí claro, estoy allí en 20 minutos, pásame tu dirección.
Realmente este chico me parecía muy atractivo, y estaba dispuesta esta vez a completar la fantasía, así que le envié todos los datos. Rápidamente peine mi cabello, y coloque mi body Priscila de lerot, realmente era muy sensual pero discreto a la vez, logré combinarlo con un short blanco y listo, todo ok para esta noche.
Ya había llegado, estaba un poco nerviosa porque había pasado demasiado tiempo sin vernos, pero igual mis ganas de él no habían cambiado para nada. Abrí la puerta y lo primero que pude observar fueron esos hermosos ojos marrones.
¿Lista? – hombre
¿Y si mejor nos tomamos algo aquí? Yo hago cosas muy ricas.
Vale está bien.
Entró al apartamento y lo invité a ponerse cómodo en la sala, estuvimos hablando un par de horas sobre nuestras vidas y que habíamos hecho todo este tiempo.
Fue acercándose poco a poco a mi y me dio un apasionado beso, lo único que pude hacer fue tomar su cabello y traerlo un poco más hacia mi pecho. Mientras me besaba comenzó a desajustar mi short y meter su mano lentamente por dentro de él, rozando mi vagina con sus dedos por sobre el panty de mi body. ¡Esto me estaba realmente excitado! Así que coloque mi mano sobre su pantalón frotando su pene.
Luego de unos 5 minutos de una blujeaneada deliciosa, me levanté del sofá y me hinque sobre el suelo justo en frente de él, quería darle un rico sexo oral, así desajuste cada botón de su pantalón y mientras lo miraba y relamía mis labios. Luego de bajar su bóxer, tomé su verga entre mis manos y la babeé un poco ¡como me fascinaba tener un muy buen pene dentro de mis labios!
Mientras yo disfrutaba de su gran miembro el saco de su bolso un lubricante muy peculiar, una cajita de color rosado que decía Electrizante, realmente lo mire mordiendo mis labios esperando a ver que hacía, y él simplemente aplico un poco de producto sobre su mano y lo aplico sobre el pene.
Te darás cuenta de la magia. -Mencionó tomándome de las manos para que me levantará del suelo.
Me tomo de la cintura y comenzó a quitar toda mi ropa una prenda a la vez, mientras me besaba el abdomen tenía tantas ganas de sentarme ya sobre él que mi vagina estaba totalmente inundada de fluidos; enseguida subí sobre él y comencé a masturbarme con su pene rozando mis labios vaginales sobre él.
Ya no aguantaba más y lo fui introduciendo poco a poco ¡se sentía tan rico!, así que empecé a saltar sobre él mientras me lamía los pezones. Él levantó mi trasero con sus manos y comenzó a penetrarme durísimo y rápido. Había estado deseando este momento muchísimo tiempo, y que rico que fuera un jueves, porque ya sabes… día perfecto para un tbt.