Estás a un episodio de lograr un gran orgasmo
Escucha nuestro podcast y eleva el nivel de sensaciones:
Gozando con su verga
Teníamos demasiado tiempo sin vernos y solo hablando por chats, siempre fuimos bastante tímidos, y aunque coqueteábamos, nunca pasamos más de las palabras, pero yo sabía lo que quería: Descubrir todas las maravillas que podía hacer con ese hombre.
Elegí cuidadosamente cada prenda que iba a utilizar, esta noche no iba a ser una noche cualquiera. Me bañe, seque todo mi cuerpo, aplique perfume sobre él y me coloque mi mejor lencería. Un brasier rojo de encaje con una tanga que tallaba perfectamente mis enormes nalgas, la había conseguido en la tienda de Bali Sex Store, era perfecta, tal y como yo la había planeado.
Unos minutos después pasó a recogerme en su carro, así que salí de mi habitación y me dirigí hacía la puerta, estaba esperando… Que preciosura de hombre. Subimos al autoy nos dirigimos a un restaurante que anteriormente le había mencionado que quería ir.
Al llegar estaba demasiado lleno, así que preferimos pedir la comida para llevar y cenar en su casa. Mientras estábamos en el auto nos miramos y sonreímos, él tomó mi rostro y comenzó a besarme, juro que antes de tocar sus labios ya yo tenía el panty empapado, no veía la hora de llegar a su casa.
Rápidamente nos entregaron la comida y condujo unos 5 minutos hasta su apartamento, bajó primero y como todo un caballero, abrió la puerta del auto para que yo bajara. Entramos, y nos quedamos un rato en la sala, me pregunto cómo me había ido en mi vuelo y me contó algunas cositas de sus meses sin mí.
Pronto la tensión fue subiendo, así que subimos a la habitación, colocamos música para ambientar el momento, me recosté sobre la cama y fui quitando mi blusa mirándolo a los ojos y mordiendo mis labios, ambos sabíamos que ya no esperaríamos más para hacer realidad todas nuestras conversaciones.
Se colocó justo frente a mí separando mis piernas y comenzó a darme pequeños besos sobre el cuello, mi cuerpo comenzaba a calentarse… empezó a bajar lentamente por mi pecho lamiendo mis tetas por encima del encaje mientras tocaba mi vagina sobre el pantalón… ¡Juro que estaba tan excitada!
Mientras seguía besando mis tetas, yo intente desabrochar su cinturón y tocar su pene por encima de la ropa… pero de un momento a otro tomó mis manos y me pegó a la cama, esto se estaba poniendo demasiado interesante. Colocó un antifaz rojo sobre mis ojos, tomó mis piernas y me terminó de subir completamente en la cama, mi corazón empezó a acelerarse, el no ver que sucedía se había vuelto un juego bastante excitante para mí.
Sentí como bajaba de chupar mis pezones a darme besos por todo el abdomen hasta llegar a mi pantalón, fue desabrochándolo lentamente hasta quitarlo junto a panty, yo tomé su cabello entre mis manos y halándolo fui colocando su cara frente a mi vagina, lamia mis clítoris (gemido) como nunca nadie lo había hecho, sentí como toda mi vagina se mojaba y como su lengua saboreaba cada parte de ella.
Comencé a sentarme, no veía absolutamente nada, pero solo quería lamer su boca, y él lo entiendo perfectamente, poco a poco mis manos fueron encontrado su rostro y metí mis dedos dentro de su boca, los lamí y pasé mi lengua por dentro de su boca (mmm) a este chico le encantaba la maldad igual que a mí.
Baje mis manos hasta su pantalón, ya moría porque se lo quitara y él también, hubo un momento en que no sentí nada entre mis manos así que las estiré tratando de encontrarlo donde estuviera, la curiosidad me estaba desesperando… y de repente wow colocó mis manos sobre su verga, POR DIOS era enorme, bajé el antifaz y nunca había tenido una experiencia con una verga tannn grande, lo mire, saboreé mis labios, y lentamente comencé a darle besitos por todo el pene, mis ojos no podían creer que ese pantalón guardara tan semejante bombón.
Coloqué su glande sobre mi boca, era tan grande que no me cabía dentro los labios, pero estaba tan decidida a disfrutarla que poco a poco pude meterla lo más que pude dentro de mi garganta, él sostenía mi cabello mientras jugaba con mi cabeza para darle unas buenas mamadas a esa verga, levanté mi mirada y encontré la suya, queee rico, había encontrado el alma perversa que tanto había pedido.
Sacó su verga de mi boca y haló mi cabello hacia atrás con su mano derecha, me miró y paso su lengua llena de saliva por mis labios, mientras que con su mano izquierda me masturbaba. Estiré mi mano derecha hacia la mesita de noche hasta alcanzar los condones TITANIUM, había comprado una nueva referencia que prometía ser toda una experiencia, abrí el empaque y él aún seguía masturbándome, este chico no dejaba enfriar ningún momento, y eso… me volvía loca, fui colocándoselo con mucho cuidado, no había tiempo para errores (risita)
Comenzó a rozar su verga por mi vagina y yo ya estaba demasiado mojada, solo pensaba que ese hombre me iba a romper en dos, fue penetrándome suavemente mientras colocaba su cara justo enfrente de la mía, mirándome disfrutar como deslizaba su pene dentro de mí. ¡Delicioso!
Yo solo podía sentir como entraba, realmente era muy grande, así que le pedí que por favor buscara mi lubricante favorito con sensación fría en mi bolso, necesitaba ayuda (risita) sola no podía. Aplicó una muy buena cantidad sobre su pene y restregó su mano empapada sobre mi vagina y volvió a introducirlo muy lentamente.
Nunca había sentido nada parecido, tenía un nuevo favorito.
Tomo mis nalgas y las apretó muy fuerte, haciendo movimientos repetitivos hacia él (gemidos) Dolía, pero era placentero, coloqué mis manos en su espalda y enterré mis uñas en ella, ambos estábamos en nuestro punto más alto, (gemidos) y lo mejor… fue que logramos venirnos juntos.
Ambos caímos sobre la cama… El hombre perfecto.
Terminamos todas nuestras fantasías juntos y rápidamente me volví a vestir, sabía perfectamente que no podía quedarme más tiempo, esto ya me estaba gustando más de lo normal, imposible que me enamorara. Tomé todas mis cosas lo antes posible y pedí mi taxi:
- “Mi amor ya me voy, debo descansar, mi vuelo sale muy temprano mañana”
Se bajó de la cama completamente desnudo, y se posó enfrente a mí con las piernas un poco separadas mientras me miraba fijamente a los labios, era un poco intimidante debo confesar, y eso me encendía. Pasó su lengua por mis labios, apretó mi nalga derecha y me dio un pequeño beso.
- “Está bien mi amor”
¡NO PUEDE SER! Me estaba encarretando solo con una noche, ¡Imposible!
Salí lo más rápido que pude, esto se estaba saliendo de control.
Ya en casa, dentro de mis cobijas cerré mis ojos y no podía parar de pensar en todo lo que hicimos… y de repente (sonido de celular) llegó un mensaje de él, era un audio así que lo escuché:
- Me encanto todo lo que hicimos, definitivamente eres todo el espectáculo que imaginé. Espero repetirlo cuando regreses.
Esto debía parar, pero el único problema ahora era… que ya no sabía cómo y tampoco quería.