Dos amantes

Dos amantes

Por Valentina Vargas

Desde que me casé, he tenido claro que lo mío no son las relaciones monógamas. Ya sé que puede sonar muy contradictorio porque estoy casada, pero la cosa es que mi esposo y yo quedamos en tener una especie de relación abierta aún estando casados. Es decir, éramos leales el uno con el otro, pero la fidelidad no contaba como en las parejas “normales”. Desde que quedamos en eso, he tenido dos amantes regulares que me hacen el amor de una forma deliciosa.

Me casé el 02 de mayo del 2015, tengo un trabajo que adoro. Todo en mi vida marcha bien. Pero cuando tenia sexo con mi esposo, sentía que algo me faltaba. Como ya llevábamos 2 años más de novios, él era la única persona que me hacia el amor desde que nos conocimos. Y no quiero decir que no me gustara, pero si me hacía falta estar con otros hombres que lo hicieran diferente.

Tengamos una relación abierta

Por ello, tuve una conversación muy seria y honesta con mi esposo. Para llegar al grano, le dije que me gustaría tener sexo con otros hombres y claramente, él también podía tener sexo con otras mujeres. Lo discutimos por dos meses buscando pros y contras para no ir a dañar el matrimonio y botar a la basura nuestra relación. Así, tuve la oportunidad de tener dos amantes al mismo tiempo.

Dejamos las reglas claras: cuidarnos SIEMPRE con condón, ir a moteles discretos, no hablar de ello al otro día y verse con su amante solo 1 fin de semana al mes, avisando el día de la cita. Con las reglas claras, cada uno elegía que día o días podía tener una cita con otra persona.

De ese modo, comencé a salir con mis amigas más frecuente para conocer hombres que me llamaran la atención y poder comérmelos sin ningún cargo de conciencia ni remordimientos. Estaba ansiosa por conocer a los dos amantes que me harían disfrutar del sexo de una manera inconfesable.

En la tercera salida que hice con mis amigas, hubo un hombre que me gustó de una. Fuimos a un bar solo para mujeres donde los hombres hacen show de striptease a mujeres que van a casarse o cumpleañeras. Íbamos en plan de divertirnos, pero desde que lo miré haciendo su show, no pude dejar de ver su enorme pene en ese diminuto bóxer moviéndose para todas las mujeres del lugar.

Cuando el show acabó, los hombres se vistieron y bajaron del lugar para bailar y divertirse. Se nos acercó y me invitó a bailar. Me dijo que tenia una sonrisa hermosa y que desde que estaba haciendo el show, era imposible no mirarme. Le dije que pensaba lo mismo porque estaba casi desnudo. Se rio y seguimos bailando un rato más.

Luego de coquetear un rato, notó mi anillo de casada y me preguntó por ello. No le quise dar muchas explicaciones, así que ese día le dije que intercambiáramos números para tener una cita y hablar mejor de mi matri. Hice eso porque ese día no le avisé a mi esposo que tendría mi noche de “soltería”, por lo que me tocó dejarlo para después.

Hablamos por teléfono, tuvimos una conversación muy caliente y ahí le dije cómo era la situación con mi pareja. Pensé que iba a espantarse, pero en lugar de ello, lo entendió y me dijo que nos viéramos ese mismo día, que sacara el permiso porque quería verme para hacer todas las cosas que nos dijimos por teléfono.

Le dije a mi esposo que saldría ese día a una cita. Él lo entendió y no hizo más preguntas.

Tengo dos amantes

Llegué al motel y ahí me estaba esperando con otro hombre. Estaba confundida, no esperaba verlo con alguien más, y menos con otro man, pero luego de una pequeña charla y unos tragos más, acepté en tener dos amantes.

Los 3 teníamos muchas ganas de comernos como locos, pero yo tomé el control de la situación y les dije que tendría dos amantes, pero no íbamos a hacer un trio, sino que me iban a comer por turnos.

Así que primero tuve sexo con el hombre que me sacó a bailar. Fue un sexo largo y muy placentero. Me hizo sentir muy deseada e hicimos poses que hace mucho tiempo no practicaba ni con mi esposo. Mientras teníamos sexo, su amigo nos veía y se masturbaba.

Cuando el man se cansó, seguí con su amigo. Le hice sexo oral por 10 minutos hasta que no aguantó más y me montó encima de él para que lo cabalgara y me viniera solita. Debo decir que comerme a dos manes el mismo día fue delicioso. Me sentía como toda una mamacita por excitar a mis dos amantes y tener el control de decidir con cual acostarme mientras el otro se aguantaba las ganas y se tocaba para complacerse solito.

Yo ya había tenido un orgasmo grande, pero quería seguir y tener otro que me dejara cansada, así que le dije que me lo hiciera de perrito mientras le chupaba el pene al otro man. Eso nos puso tan calientes, que mi amigo del show se vino en mi cara, dejándome la boca blanca y llena de semen, mientras yo me tocaba la vagina y me venía sintiendo esa verga entrar y salir muy rápido de rodillas en 4.

Una decisión acertada

Tener dos amantes fue el mayor deseo sexual de mi vida. Cuando me vine, le dije al otro hombre que se viniera en mis senos porque quería sentir su leche caliente regándose sobre mi cuerpo.

Me acostó en la cama, se puso de pie y mientras yo me masturbaba y me apretaba los pezones, él se tocaba para venirse en mi pecho. Cuando salió, cayó sobre mis senos y me hice un masaje que me dejó extasiada de placer.

Desde ese día, quedé de ver a mis dos amantes cada mes para repetir ese trio que tanto nos gustó y que me dejó ser “soltera” en una de las mejores noches sexuales que he tenido.

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