Me llamo Natalia y quiero contarles como ha sido tener sexo en cuarentena. Vivo con mis papás, tengo novio, trabajo desde casa y mis mascotas son mi vida. Cuando no estábamos encerrados por la pandemia, veía a mi novio todos los fines de semana. A veces íbamos a moteliar, sino teníamos sexo salvaje en su casa mientras sus familiares estaban dormidos o en la sala. Era delicioso porque la pasábamos muy bien.
Cuando llegó el famoso coronavirus, no hubo más remedio que encerrarse aproximadamente dos meses y matar las ganas de tener sexo masturbándome, pensando en mi novio y todos los manes que me quería coger. Era muy frustrante saber que vivíamos cerca pero que debíamos quedarnos en casa. Cuando las cosas comenzaron a ponerse mejor, le dije a mi novio que me visitara al menos una vez a la semana porque no aguantaba más. Necesitaba tener sexo y él era mi solución. Hicimos un plan al cual llamamos “sexo en cuarentena”. Era muy difícil encerrarnos en mi cuarto porque mis papás no me dejaban y obviamente no podíamos salir. Así que decidimos buscar los momentos perfectos y los lugares adecuados para hacer el amor sin que nadie se enterara.
Al principio hubo momentos de tensión porque pensamos que nos había descubierto o pillado en pleno acto, pero luego de tener nuestro plan de sexo en cuarentena bien estructurado, hacer el amor en mi casa era pan comido.
Plan sexo en cuarentena
Paso 1: mi casa era de dos pisos, así que hacerlo abajo mientras que mis papas estaban arriba era fácil. Lo difícil era saber cuando iban a bajar porque sus pasos no se escuchaban. Así que pusimos una especie de campana que sonaba cuando alguien bajaba las escaleras y nos daba tiempo para arreglarnos.
Paso 2: hacerlo en la noche cuando estuvieran medio dormidos. Cuando mis papás se despedían para irse a dormir, se quedaban un rato más viendo la televisión con la puerta abierta. Luego, cerraban la puerta y a ahora sí a dormir. Ese momento era el crucial, pues ya sabíamos que podíamos hacerlo más tranquilos y si la puerta sonaba, nos daba más tiempo para ponernos la ropa y hacer como si nada estuviera pasando. Pensábamos que tener sexo en cuarentena era divertido y emocionante.
Paso 3: tratar de no hacer ruido. Era muy importante que así estuviéramos muy excitados y llenos de placer para gemir, no hiciéramos ruidos extraños. Poníamos música para que las respiraciones fuertes y uno que otro gemido se dispersaran con la música.
Paso 4: hacerlo siempre con la ropa puesta. Yo trataba siempre de ponerme una falda o un vestido corto que fuera fácil de quitar para hacerlo sin tanta dificultad. Y él se ponía pantalonetas cómodas.
Paso 5: siempre con condón. Estábamos acostumbrado a hacerlo sin condón porque ya llevamos varios años juntos y la confianza entre los dos era plena. Pero, es muy diferente tener sexo en moteles y otra cosa es tener sexo en cuarentena. No podíamos arriesgarnos a tener sexo sin condón porque su leche podría regarse en el sofá o en los muebles y el olor nos dalataría de inmediato.
Paso 6: poses fáciles de hacer. Claramente no podíamos hacer poses como el 69 u otras que fueran difícil y complicadas de mantener por mucho tiempo. Las poses que hacíamos eran mas o menos siempre las mismas: de perrito, yo encima de él y viceversa, contra la pared y yo encima de él dándole la espalda. Eran posiciones sencillas, pero esas nos bastaban para saciar nuestra sed de sexo.
Paso 7: luces tenues o totalmente apagadas. Esto ayuda a que las siluetas se mezclen y no se vean tanto las sombras de dos personas teniendo sexo.
Paso 8: disfrutar al máximo. Cuando tenemos sexo de esa manera la pasamos delicioso. Nos excita mucho la adrenalina de pensar que nos pueden ver y ganarnos el regaño de la vida. Aún así, lo hacemos cada que podemos porque es imposible aguantar más de 7 días sin que mi novio me de duro mientras estamos pendiente si mis papás bajan del cuarto
¿Funciona?
Debo decir que este plan nos ha funcionado casi a la perfección. Claro, hay momentos que nos tocaba que correr a la cocina y arreglarnos la ropa porque baja alguien a “tomar agua” y puede vernos. Pero al final, lo que importa es que la pasamos delicioso y sabemos que nuestro plan de sexo en cuarentena nos ha salvado de permanecer en abstinencia por mucho tiempo.