¿Deseas aumentar la intensidad?
Escucha nuestro podcast y eleva el nivel de sensaciones:
Tocamos su timbre y él estaba ahí, sin camisa, mostrando su marcado y delicioso pecho, fascinada lo miré y sólo pude decir: “¡que rico!”.
Estaba queriendo un trío desde que mi vida sexual se avivó, un trío con dos hombres que me hicieran botar la baba.
El hecho de tener dos personas deseándote, tocándote, estimulándote… me ponía muy caliente, y decidí hacerlo realidad.
Curiosamente la vida me topó con un amigo, de mi infancia, Alex, que se puso más que delicioso y se atrevió a montar su perfil en Only Fans, eso me causó una sorpresa, pero me dio la entrada perfecta.
La respuesta perfecta
Un día cualquiera, le escribí y le pregunté si estaba dispuesto a hacer un trío conmigo y otro de mis amigos, Juan, y él sin dudarlo me dijo que sí, dándome en ese mismo instante fecha y hora.
Yo feliz de la vida solo me preocupé por citar a Juan e imaginarme cómo sería el momento.
Así que lo hicimos realidad, cuando Alex nos abrió la puerta yo estaba más que nerviosa, pero ansiosa y excitada.
Hablamos un poco para romper el hielo, necesitaba que ellos dos se conocieran para que la situación no se fuera a tornar incómoda y todo fluyera. Un par de tragos hicieron la diferencia.
Ya entrados en sintonía, Alex nos preguntó si nos incomodaba que grabara nuestro encuentro y obviamente dijimos que no, antes eso haría el momento mucho más emocionante. Y todo comenzó.
Mientras yo besaba a Alex, Juan pasaba sus manos por mis pechos, eran de esos besos que te quieren comer la boca completa.
Intercambios lujuriosos
Soltaba a Alex y cogía a Juan, que estaba tan excitado como yo, le encanta experimentar y hacer locuras junto a mí.
Así nos fuimos yendo de a poco hasta que la ropa nos terminó estorbando.
La temperatura obviamente fue subiendo, ya estábamos los tres en ropa interior y yo sólo lograba sentir ambos penes erectos sobre mí, mientras Juan lo rozaba en mis nalgas, Alex lo sacaba para que yo lo masturbara.
“Usa esa deliciosa boquita”, escuché mientras mi cabeza bajaba en dirección a su verga.
Me puse en cuatro para hacerle oral Alex, mientras Juan lamía por detrás mi vulva, que estaba totalmente encharcada.
Mi lengua se paseaba por ese pene erecto y venoso, las lágrimas se asomaban cuando todo entraba y esa sensación de ahogarme los prendía aún más.
Juan, que es un todero total, se masturbaba mirándome hacerle oral a esa delicia de macho, le pedía a Alex que me halara del cabello para meter con más fuerza su verga en mi boca.
Se tocaba mientras metía dos de sus dedos en mi vagina para masturbarme, todo era tan excitante que no pude evitar correrme la primera vez.
¡Dame más!
Luego cambiamos lugares, mientras Alex metía su pene en mi vagina para penetrarme con todas sus fuerzas, Juan aprovechaba y me hacía lamer sus bolas y su falo duro y venoso.
Estaba cogiendo con dos exquisitos hombres, y ellos me estaban dando duro, justo como a mí me gusta.
Era un intercambio de placer insuperable: las miradas, los gemidos y los fluidos se unían en la noche más lujuriosa de mi vida.
Mientras uno me lo metía fuerte al otro le jugueteaba con mis manos y boca, así nos íbamos turnando.
Hubo un momento en el que estaba tan caliente que solo deseaba tenerlos a los adentro, así que me monté a cabalgar a Juan mientras Alex se acomodaba por detrás llenando su pene de lubricante para penetrarme.
Doble es mejor
¡Mi primera doble penetración! Uffff, que delicia, no puedo describir lo ardiente que fue ese momento, yo sólo lloraba de inmenso placer.
Nuestros cuerpos sudados y excitados se unían a un ritmo sincronizado, tanto, que ambos quisieron venirse al tiempo, así que los sacaron y se acercaron hasta mi cara para masturbarse hasta venirse en mi rostro. ¡Leche por partida doble!
Yo estaba feliz, y ellos, ni que se diga. Apagamos la cámara, y nos fuimos por el segundo round.
