Estás a un episodio de lograr un gran orgasmo
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Alguien para conocer
Hace algún tiempo conocí al chico que sería el polvo de mi vida; casualmente teníamos un amigo en común y siempre que hablaba con él me mencionaba a Camilo.
Poco a poco me fue llamando más y más la atención, así que le comente que me parecía interesante si alguna vez podría conocerlo en persona. Mi amigo organizó el mes siguiente su fiesta de cumpleaños, y como era de esperarse él iba a estar… y yo también.
Siempre me ha gustado lucir sobria, elegante y sensual cuando voy a salir a algún tipo de evento social así que me interesó muchísimo comprarme una lencería hermosa para un vestido ajustado que quería colocarme ese día. Pronto ingresé a la página de Bali Sex Store y justo encontré a Denis, el conjunto coqueto y sensual que tanto necesitaba, en el tono negro perfecto para combinar con mi prenda.
Solicité la compra por WhatsApp porque era muchísimo más rápido el envío y llego en menos de dos horas así que estaba lista para mi noche de ganar. Rápidamente la hora de la fiesta llegó y al momento de ingresar y saludar a mi amigo justo estaba Camilo allí.
¡Wow! Nunca había visto un hombre tan hermoso, justo tenía todos los rasgos que me encantaban en un hombre, cabello negro, cejas pobladas, una tez bastante clara y una altura bastante justa para mí.
Se presentó con su nombre y yo con el mío, y nos quedamos hablando casi toda la noche. Luego de un par de tragos empezó a decirme lo hermosa y atractiva que le resultaba y yo no fui indiferente.
Solo miraba sus labios y pensaba en lo mucho que quería besarlo, pero no iba a ser yo la primera que lo hiciera; al hacer contacto visual con él se dio cuenta de que estaba relamiendo mis labios, así que tomó mi rostro y me dio un apasionado beso,uff no había hecho mayor cosa y ya sentía mi panti empapado completamente.
Le susurre al oído: ¿Nos vamos?
Y como era de esperarse me tomó de la mano y subimos a una de las habitaciones de la casa, al llegar al dormitorio me sentó en la cama y se hincó frente a mí con una cara muy perversa.
De mi vagina, si algo sabía este hombre era darme placer con esa boca; mientras introducía sus dedos dentro de mi vagina iba lamiendo cada pliegue de mi vagina y sobre todo dándoles muchas caricias a mi clítoris.
Ya no soportaba más bajar los pantalones y empezar a chupárselo de la manera más deliciosa en que lo había hecho nunca, si algo disfrutaba el sexo era lamerlo y tenerlo dentro de mi boca, me encantaba hacer felaciones.
Estaba ya demasiado mojada, pero quería algo extra de lubricación, porque el tamaño se veía muy interesante, así que empezamos a buscar en los cajones del dormitorio y encontramos un lubricante muy particular, decía algo así como electrizante, la verdad solo quería meter ese gran pene dentro de mí.
Así que lo aplicamos y empezó a introducirlo muy lentamente, la verdad la sensación de tenerlo dentro y el lubricante era 20 de 10.
Empecé a cabalgar y todo se intensificó muchísimo más, él solo gemía y chupaba mis pezones de una manera muy pero muy exquisita.
Pronto terminamos y la verdad, había quedado más que satisfecha y la cara de él me decía lo mismo, mientras estaba ajustando mi vestido y organizando un poco mi maquillaje y mi cabello vi mi interior así que me dispuse a colocarlo, pero él no me dejó, me preguntó que si podía regalárselo… ¿Y por qué no? Claramente se lo di y bajamos juntos a la fiesta como si nada hubiera pasado.
Solo nos mirábamos y sonreímos como dos amantes perfectos que pronto se volverían a encontrar.