🔊Delicioso pecado

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Texto enviado por uno de nuestros suscriptores*

Tengo 24 años, estoy casada y sé que lo que hice no está bien… pero no podía quedarme con las ganas.

Hace 5 años atrás coincidí con mi crush de secundaria por redes sociales, quien me había enviado solicitud y por distraída no había aceptado, un día me puse a revisar y checando sus fotos fue como me di cuenta que era él mi amor imposible, Christian, que me lleva 2 años.

El corazón estaba que latía al 1000 %, acepté su solicitud de amistad y decidí mandarle un mensaje. Comenzamos una conversación y recordamos el pasado, una vida de adolescentes como cualquier otra, me dijo que había cambiado mucho y que me veía preciosa, también me dijo que vive actualmente en otra ciudad y que haciendo cuentas estábamos a 4 horas de distancia, fue entonces cuando le dije:

– ¿Cuándo vienes a tu antiguo domicilio a ver a tus abuelitos? Me encantaría verte nuevamente después de varios años
y me contestó:

-Iré en un par de semanas, te aviso y nos ponemos de acuerdo para vernos, vamos a comer o por un helado ¿Cómo vez?
Yo feliz de la vida acepté… por un momento olvidé que tenía novio.
Al día siguiente me pidió mi número de teléfono y días después recibí un mensaje de Christian diciendo.

C: -Oye, te puedo contar algo
M: -Sí, dime
C: -Yo sé que no nos hemos visto desde hace mucho, pero soñé contigo y pasaron muchas cosas… hubo pasión, estábamos en la secundaria, exactamente en una salita muy cómoda y hacíamos el amor de una manera muy salvaje y me encantó. te movías muy muy bien y me atrevería a decirte que no me gustaría que quedara solo en un sueño, me encantaría probar tu piel, comerte todita.

¿Me atrevo? 

La verdad me dejó sin palabras, pero al leer todo eso que me dijo quedé muy excitada. Yo también quería, pero no me atrevía porque tenía novio y le dije:

M: – ¿Chris, si sabes que tengo novio? y él me dijo:
C: -Yo también tengo novia, ¿pero no los necesitamos para poder quitarnos estas ganas que tenemos uno del otro…o acaso no te gusto?
M: -No, no, no, para nada, es solo que nunca he fallado en una relación y no sé si me atreva a hacerlo. Siempre me has gustado y después de todo lo que me contaste me excité tanto que mojé mis pantis.

Enseguida me mandó foto de su pack y yo estaba súper extasiada, era una muy rica verga grande, gruesa, super erecta y se le marcaban las venas… yo quería…. ¡Deseaba esa verga en mi boca y en mi vagina!… me contuve y no le contesté nada.

Tiempo después mi novio vio los mensajes y tuve una fuerte pelea, por lo cual opté por eliminarlo y bloquearlo.

Pasó el tiempo y me casé con mi novio, actualmente esposo, hace ya año y medio. Hace 1 mes vino a mí su recuerdo en un sueño, hacíamos el amor de la manera en la que él me había contado, al despertar me di cuenta que nada era real, así que lo volví a buscar, los desbloqueé y mandé solicitud, no pasó ni un minuto cuando ya me había aceptado y sucedió.

Le mandé mensaje y le conté que había soñado con él haciendo el amor y que ahora ya no me iba a importar lo que pasará que lo deseaba y quería probar su miel, le confesé que el sería la primera persona con la pecaría y el segundo hombre en mi vida.

Casualmente él estaba por estos rumbos cuando le envié mensaje; yo no creo en las casualidades, yo creo que si las cosas pasan es por algo, ya sea para bien o para mal, y que esta vez él era para mío… aunque fuera un ratito.

Una probadita 

Él enseguida me contesto:
C: – Hola preciosa, claro que sí, tenemos pendiente una salida tu y yo. Vine a ver a mis abuelitos y estoy por acá, tú dime a dónde paso por ti.
M: – ¿Te parece bien el fin de semana? Yo te marco…
Y así fue, le dije a mi esposo que saldría con mis amigas ese fin y que no me esperará que llegaría a casa con mi mamá y que lo veía al día siguiente.

Llegó el día tan esperado, me preparé, me depilé todita, me puse una lencería nueva y muy sexy, un top blanco y una minifalda que marcaba mis enormes glúteos para que el los notara más y me perfumé.

Christian paso por mí una cuadra abajo de la casa de mi mamá, cuando lo vi superó mis expectativas, ya que la última vez que lo vi fue hace 12 años, él tenía 14 y yo 12 años, vestía una camisa blanca ajustada que le marcaba sus músculos, un pantalón ajustado azul rey, zapatos cafés… muy propio de lo que era él, alto, piel blanca y con esa sonrisa hermosa que me atrajo de desde la primera vez.

Lo saludé y me subí a su coche, fuimos a un restaurante de la Cuidad de México y platicamos nuevamente de cómo nos había ido a lo largo de estos años. Después de unos tragos empezó a acariciarme los brazos y yo le dije que no era el lugar, entonces respondió:

– Vamos a un lugar más cómodo.

La soñada noche 

Me llevó a un hotel 5 estrellas, parecía que estaba soñando. Pidió un vino tinto a la habitación y bebimos, me vio fijamente a los ojos y me besó apasionadamente, al mismo tiempo la ropa nos fue estorbando hasta que quedamos como dios nos trajo al mundo.

Besaba lentamente mi boca, mis pequeños pechos, jugaba con su lenga por mis pezones hasta que bajó y llegó a mi clítoris, me hizo un oral riquísimo provocándome un orgasmo, después me puso en cuatro y lamió mi culo, al mismo tiempo su mano frotaba en círculos mi clítoris en lo que yo me estimulaba mis pezones erectos.

Después de como 20 min, me volvió a voltear boca arriba y fue subiendo hasta que quedamos en un delicioso 69, tenía en mi boca esa rica verga que alguna vez había visto en foto, disfruté tanto ese momento que no aguanté y le pedí que me penetrara y me cogiera fuerte, que me hiciera suya y que me pegara lo más duro posible y me halara del cabello, me gusta ser masoquista le dije.

Oía las nalgadas cada vez más fuertes, en lo que yo le gritaba … ¡Así papi… soy tu puta! ¡Cógeme todita!, ¡Me encanta tu verga! y evidentemente eso lo excitó más y más hasta que terminó dentro de mí, sentía su leche correr por dentro y al terminar él yo logré hacerlo también, con un delicioso squirt….

(Nunca había tenido tantos órganos juntos, o al menos con mi esposo no sentía eso… tal vez me hacía falta probar otras vergas).

Terminamos exhaustos, y se preocupó porque no habíamos usado condón, le dije que tenía un implante subdérmico y se tranquilizó… Por mi parte confié en él, ya que no sé con cuantas más ha estado y el hecho de saber que puede haber una ETS.

Me quedé dormida y después de un rato al despertar ya no estaba, me dejó una notita al lado del teléfono que decía:

“Gracias por este gran día, cuando quieras pecar nuevamente estoy a tu merced” Christian.

Me cambié y me fui a casa de mi mamá…. fui la mujer más feliz del mundo… yo sé que no estuvo bien lo que hice, mi esposo no lo merecía, pero, no me podía quedar con esas ganas y no me arrepiento.

Desde entonces no le he vuelto a escribir, pero yo sé que si se da la oportunidad nuevamente lo veré porque me quedé con ganas de más…